Agencia MANLAcolman, Méx.- El Convento de San Agustín de Acolman, Estado de México, es una edificación religiosa construida por la orden agustina en el siglo XVI, ubicada en el municipio del mismo nombre. Actualmente aloja el Museo Virreinal de Acolman, a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Su construcción inició entre 1524 y 1529 por Fray Andrés de Olmos y estuvo a cargo de la orden franciscana. Fue cedido a los agustinos en 1536, quienes lo concluyeron a sus actuales dimensiones hacia 1560.
Fue secularizado en el siglo XVII y abandonado definitvamente en 1772 luego de una inundación que lo annegó dos metros, fue declarado monumento histórico en 1933 e intervenido para hacerlo accesible en 1945, creando la rampa que actualmente se observa.
Tiene la disposición del conjunto conventual tradicional de templo, atrio y claustro y la arquitectura recia de los conventos mendicantes del siglo XVI. La fachada tiene un estilo plateresco clásico, con columnillas y decoración inspirada en el renacimiento italiano.
Una vez consumada la conquista, en el siglo XV, la orden de los agustinos fueron los encargados de evangelizar al señorío político de Acolhuacan. Ampliaron el edificio que les dejaron los franciscanos y comenzaron la evangelización en el atrio del ex convento de Acolman. Se ayudaron de una cruz atrial para representar la pasión de cristo, sin un Jesús crucificado, para alejarles la idea de los sacrificios, sino sólo decorada con motivos indígenas y españoles.
También se hicieron ayudar de una olla adornada de papel con siete picos que representaban los siete pecados capitales, posteriormente le añadieron la solicitud de posada con los peregrinos para recibir el nacimiento de niño Jesús.
Actualmente en Acolman se realiza la feria anual de la piñata con lo que se busca que persista esta tradición que se hereda de generación en generación, actividad piñatera que ha ido en aumento, por lo que hay 200 artesanos dedicados a esta actividad en la elaboración de la piñata.
